martes, 15 de enero de 2013

El hombre es bueno por naturaleza

¿Tiene razón Rousseau al afirmar que el hombre es bueno por naturaleza? ¿Es la sociedad la que corrompe la esencia pura y benévola del alma humana? ¿Cómo es posible que una sociedad compuesta de espíritus esencialmente buenos se corrompan entre sí? ¿Cuál fue el primero que se desvió? ¿No sería más riguroso decir que fueron las condiciones de vida, las exigencias que implica el tener que sobrevivir, las presiones impuestas por el poderío llamado ambición, las necesidades, la competitividad para poder ser alguien que se destaque, las que hicieron que las almas traicionaran su naturaleza? ¿Por qué el afán de llamarle específicamente “bueno” a lo que carece de mal (al nacer) y a mi parecer incluso de bien? ¿Se le llamará bueno a cualquier sujeto que comienza a participar de esta realidad?

Se sabe que el hombre bueno es feliz (aunque bien haya tenido una existencia miserable), pues apuesto que si se le preguntara a algún bueno difunto- que haya tenido una vida dura y mísera- si se arrepintió de serlo, diría que no.

Tenemos todo el paquete esperando ser usado a favor nuestro. Depende de nosotros, y de lo y los que nos rodeen. Así que recuerda que tú puedes ser causa de que alguien se corrompa.

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